Hola primo,
Qué decir a estas alturas…. No tengo palabras, un nudo en la garganta me impide hablar, de la misma forma que me lo impidió en los últimos días que estuve a tu lado. Estuve allí primo, pero quise mantener tu sonrisa, tu abrazo intacto en mí…. Y en cierta forma, no quería despedirme de ti, me resistía…. Pasan los días, los meses, y poco a poco voy asumiendo esa gran pérdida, ese hueco que nos has dejado… Hace unas semanas soñé que te abrazaba, que lo hacía con todas mis fuerzas, explicándote lo que había pasado como si de una pesadilla se tratase, y tu me abrazabas riendo y diciéndome “Ayyy mi Sandriqui”. Tuve en ese momento la ilusión, la alegría inmensa de que todo había pasado, que te teníamos a nuestro lado de nuevo y parecía tan real…. Qué malas pasadas nos juega la mente…, pues al despertar, de nuevo el vacío en el estómago, la rabia de lo irreversible, la incomprensión de lo ilógico… la gran pena y el hueco enorme de tu ausencia.

Quiero decirte que te quiero muchísimo, que me siento muy afortunada de haberte tenido cerca, de haber compartido contigo esas conversaciones en donde intentábamos arreglar el mundo, o en donde hablábamos en términos “garcilísticos”, aquellas en donde te reías al ver lo mucho que nos parecíamos en lo cabezones y en el carácter que a veces gastamos, aquellas en donde soltabas carcajadas diciendo que llevaba al Raúl derecho como una vela, las comidas en casa de la tieta Elena para celebrar la “Mona” junto con nuestra ahijada, la Operación Bodorrio con tu “chiquilla” a las órdenes de “Sonina”… qué buenos momentos Toni. Te echo muchísimo, muchísimo de menos… Siempre te estaré agradecida por todo ese tiempo compartido.

Te tendré cerca, muy cerca….Estarás en mi recuerdo para no permitir así que te vayas nunca del todo. No creo en Dios, ni en un más allá, pero si quiero pensar y creer que la energía de la gente es la que nos queda, la que perdura y la que en ocasiones nos puede dar fuerza. Tú estabas lleno de esa buena energía y vitalidad, emanaba con cada risa, cada carcajada, cada momento que estábamos a tu lado. Así que me gustaría que ahora toda ella pudiese ir para quien más lo necesita, tus padres, la Yola, la Cris, tus peques…. Toda la familia estamos sin duda sumidos en una profunda tristeza, pero ellos necesitan sacar fuerzas de donde no las tienen… envíales toda tu energía Toni, que nosotros estaremos muy cerca apoyándolos en todo lo que puedan necesitar.

Te quiero mucho “primico”

Tu Sandriqui